miércoles, 5 de julio de 2017

Diario de los bischoznos de Georg Johann Luger


Porque la creación fue sujetada a futilidad


Romanos VII-XX




Nos divertíamos así, simplemente. 
Como los monos crueles mirando las hormigas sobre la rama que las conduce a su boca.
Cualquier tarde, calcada.
Casi no escuchábamos a la navaja del tiempo afilándose.

Afuera, quemaban antiguos cadáveres, sudaban el ruido y la furia. 
Estábamos uno junto a otro, fríos.
El aliento de Saturno, decía alguno con ansias de grandeza. 
Eventuales movimientos del ambiente, el leve desplazamiento debajo nuestro.
Algún grito. 
Sus rostros abotagados, sus babas.

De golpe la luz y sus manos irrumpieron.
Se llevaron a unos.
A otros. 
Esperábamos salir un día 
Cortar el aire, y con suerte, 
quedar en uno de ellos.


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