jueves, 30 de agosto de 2012

De la mística de la desnudez pública y las colegialas que ya no lo son tanto.



tacto.
(Del lat. tactus).

1. m. Sentido corporal con el que se perciben sensaciones de contacto, presión y temperatura.

2. m. Acción de tocar o palpar.

3. m. Manera de impresionar un objeto el sentido táctil.

4. m. Prudencia para proceder en un asunto delicado.

5. m. Med. Exploración, con las yemas de los dedos, de una superficie orgánica o de una cavidad accesible.

RAE


-¿Pero vos dónde estás?- me di vuelta apenas y ella tanteaba el aire-Fijate en la cocina, en el tercer cajón… el tercer cajón de abajo, sí, ahí, el rojo…claro, bueno, ese se lo llevás a Marta…- por un momento, yo, gilunamente miré hacia adelante mirando a quien le hablaba y nada che, la rubiecita se sonreía- Gracias mi amor, sí, yo también te amo, fíjate que en la mesa de luz hay una sorpresa…no, ahora,no, jajajaja- "¡¿de qué te reís, tarada?!" Le grito en mi interior, miro el adminículo negro ínfimo en su ínfima oreja y me da más bronca, se ríe y con la mano derecha se lleva otro pendorchito igual de ínfimo cerca de la boca, no sea cosa que su interlocutor tan imaginario como mi grito no escuche bien cerca esa risa natural y espontánea. Habría que preguntarle a los japoneses para que sirve tener las manos libres sino es para palpar algo más que el aire compartido.

domingo, 26 de agosto de 2012

De la nueva fafafa del thundercat Mancuso y sus razones (Un homenaje a Brecht)


Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.
Atribuido a Bertolt Brecht (en realidad el pastor Niemoeller)

-Creo que todos ustedes subestiman lo de Mancuso. Sí, son injustos con él. En tiempos de palabras sueltas y huecas, él se entrega a profundas reflexiones. Revaloriza el silencio, medita sobre su esencia y el sentido de las cosas en cámara ¿cuántos programas de canal á o film and arts tienen eso? ¿Cuántos de nosotros nos detenemos a percibir los recovecos de nuestras mentes en público?- el resto de los panelistas lo miraban azorado. Las luces del estudio se habían tornado verde-azules sin que nadie tocase un botón- Ahora es muy fácil mostrarse cubierto de alguna secreción o hablar sin contenido, la intimidad física es una frontera que la vida de los mass media y esta cultura de plástico han superado. No se puede mostrar el momento en que meditás por tuiter, pero mostrarte clavándote un sifón en el oído mientras mirás a bánfield sí, si lo hace leidi gaga dicen que es una transgesora. Defendamos el happening del Alvi. Sí, sí, ya sé, me dirán “el tronco de Mancuso, que ahora chorea haciéndose el periodista” o más aún esgrimirán aquella rara historia de que lo cagó a Diegote (lo cual no sabemos si es cierto y además ¿usté no estaría tentado de sacarle una moneda?) a propósito saludos de Maradona Junior. Será obra de la inspiración que hace girar al cosmos haber despositado en un alma tan simple el acto de hacernos ver que lo más íntimo que podemos mostrar es la introspección, mostrarse en silencio sin más, apenas respirando, entre los gritos desaforados de periodistas de poca monta y futbolistas retirados. No dejemos pasar por alto este mensaje…- ante un escaso silencio, el productor optó por hacer aplaudir a la gente de la tribuna y hacerle el gesto de “corte” al animador que conducía el programa de archivo.

-Vamos a una pausa chiquita y ya volvemos con más “tv caca compactadaaaaaa”- prolongó la A hasta que un video de youtube de enanos cayéndose en la nieve ocupó toda la pantalla junto con un tema de los ramones. No se tomaron ni el trabajo de dar explicaciones a la vuelta de la tanda publicitaria, simplemente el panelista desapareció de su silla y nunca supimos más de él.

domingo, 5 de agosto de 2012

Superreptiles


Dedicado a todos los consumidores de estas cosas en Iutub.

El doctor Gregoretti no tiene buena fama en las reuniones de la Unión Europea. Después de todo, es italiano y ya los alemanes han comido la pasta de la derrota dos veces después de un romance con ellos. Además, tiene ademanes exagerados y grita bastante en las reuniones. Esta tarde ha visto algo que lo ha impactado. Mientras degusta una comida demasiado cara en un restorán de Bruselas, piensa en cómo decirlo para que lo tomen en serio. Tiene la tez más pálida que de costumbre y no puede terminarse su plato ni su cerveza. 
No le van a creer.
Recuerda vagamente a un eurodiputado griego que le había insinuado el tema en una borrachera orgiástica hace unos años. No sabe que ha sido de él. Se pasa lentamente el pañuelo por la frente, suda frío. Tiene fotos, videos, todo. No se explica como lo ha logrado.

Una vez en la suite, abre los archivos en su computadora portátil, los recorre, una náusea le sube hasta el gargero, vomita la alfombra y abre la ventana. Pura bilis. Alguien se le arrima, de algún modo, entraron en su cuarto. Siente un dolor punzante a la altura de los riñones y ve una enorme espina verde saliéndole por el centro de su abdomen, cae rendido, tiene la mente despierta el tiempo suficiente para ver como destruyen su computadora.

“Buenos días, bienvenidos a Mundo desconocido” dice un muchacho con pinta de vivir con la madre, orgulloso portador de unos auriculares con micrófono y una web cam “Hoy vamos a hablar del misterioso suicidio del eurodiputado Gregoretti, este caso del que los medio no hablan en los últimos días…”

En la reunión de la Unión Europea, todos se cagan de risa de los conspiranoicos.