Su pipa
nadaba
en el azul
un mar de naylon
Sobre ella
se erguía
península imperpetua
de una mano.
Alternaba
el aire
con mares
inversos.
Sus uñas
encallaban
otro celeste
negativo
Otra mano
se acercó
la palpó
y en Gerli
terminó la coreografía.
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